El año ya terminó, vimos que el Barcelona de éste año dejó mucho que desear, sin embargo quedo demostrado que si hay jugadores que jugaron por la camiseta por lo que es la institución. ¿Por qué no jugaron de esa manera todo el año? Es fácil responder esa pregunta, al final, ante un equipo limitado Rubén Darío Insua le dio la oportunidad a jugadores de la cantera, tales como Vinicio Angulo, que quizás le falta un poco mas de confianza, Juan Anangonó que está cumpliendo con su función aunque es muy irregular, Mike Rodríguez que condiciones tiene solo hay que saberlas explotar, jóvenes como Christian Cruz y De la torre que son juveniles que hay que conservar porque se nota que en un futuro pueden dar mucho por el equipo. Al mismo tiempo se puede destacar la entrega de Pablo Palacios, que sin duda sabe lo que es jugar en Barcelona y a pesar de haber tenido malos momentos supo salir adelante y poco a poco ha recuperado su nivel. Entre otros más que sienten la camiseta, la hinchada pide más, pide tranquilidad a los dirigentes al contratar, que no se dejen llevar por empresarios, que contraten obreros gente que venga a jugar por lo que es Barcelona, la hinchada pide a los refuerzos que vean mil veces el partido contra el Deportivo Quito para que vean que si se puede dejar todo en la cancha, que si existe eso de jugar con el corazón.
En resumen el año no fue bueno, no a la altura de lo que debería hacer Barcelona durante el año. Desde que los dirigentes tomaron la decisión de ir Quito a entrenar sabíamos que iba a perder personalidad en su estadio. Hay que reconocer que en la altura supo jugar y mejoró mucho para lo que había hecho otros años. Sin embargo, el caso de Emelec demostró que no hay necesidad de cambiar de ciudad para prepararse. Aquí se demuestra que la preparación que tuvo Barcelona con el DT Juan Manuel Llop no era la correcta en todos los sentidos. Cuando llego Rubén Darío Insua, el noto un equipo sin identidad, caído, y con la moral por el piso. ¿Qué hizo él? El no tuve un buen comienzo, pero levanto al equipo en la moral y le dio identidad, el equipo carecía de fuerza de sangre, el les enseño que Barcelona no era lo que ellos pensaban, era más de lo que ellos pensaban. Quedo demostrado que Barcelona sin mucho fútbol pero con corazón puede ganar a equipos con plantillas mejores armadas, como la del Deportivo Quito.
Lo único que ahora quiere la hinchada es que se arme un equipo con gente con hambre de gloria que quiera ganar partidos, que no se conforme con empatar de visita, que quiera jugar bien y que no tema jugar en un estadio lleno.
VAMOS BARCELONA EL 2011 TIENE QUE SER NUESTRO!
